De hecho, algunas de las novedades de la edición 2011 de la norma parecen orientarse en esta dirección. Por ejemplo, y aunque probablemente no sea la novedad que más impacto real tenga, si que es simbólicamente muy significativo el cambio de denominación de lo que anteriormente se denominaba SGSTI (Sistema de Gestión de Servicios TI) a simplemente SGS (Sistema de Gestión de Servicios).
Otros cambios introducidos van en la misma dirección, facilitando una lectura más amplia de la norma que permite aplicarla a tipos de servicios más heterogéneos.
De todas formas, siguen existiendo bastantes requisitos de la norma que, haciendo una lectura estricta, impiden su aplicación directa a la gestión de servicios substancialmente diferentes.
A la vista de que existe esta tendencia, o mejor dicho oportunidad, me pregunto cuál sería la mejor estrategia: ¿Evolucionar ISO/IEC 20000 a una norma más abierta a la gestión de todo tipo de servicios, o bien crear una nueva norma más amplia y genérica para este propósito y conservar la actual como la especifica y más detallada para el sector TI?
Lo que sí me atrevo a pronosticar es que, sea como sea, veremos en el futuro aplicar el modelo que recoge la actual ISO 20000 a la gestión de servicios en otras áreas.
Mientras tanto, señores y señoras, hagan sus apuestas!
